Después de varios meses de estudios, un equipo del Centro de
Investigación Genética y Genómica de la Universidad UTE consiguió establecer
que 49 fármacos tienen potencial terapéutico contra el covid-19. César Paz y
Miño, director del Centro, informó que el editor de la revista científica
Nature consideró que los resultados de este trabajo son relevantes y decidió,
debido a ello, enviarlos a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El objetivo era que los analicen y, de ser el caso, los incluyan en ensayos
clínicos que se ejecutan en varios países. El genetista dice que la
investigación realizada se fundamenta en el análisis de las bases de datos de todos
los medicamentos que muestran actividad sobre componentes del nuevo coronavirus
o sobre parientes del SARS-CoV-2.
Lo primero fue encontrar qué partes del virus eran susceptibles a fármacos
existentes. Se hizo una correlación de las proteínas del virus, sus componentes
de ARN, las partes que forman la cápsula de su superficie y se cotejaron con la
actividad que han mostrado los diferentes fármacos analizados.
Fue posible entonces encontrar una concordancia, entre los
elementos virales y los potenciales usos contra ellos de medicamentos probados
para otras enfermedades.
Andrés López, investigador del estudio, explica que se
partió de miles de fármacos. El análisis bioinformático se encargó de filtrar y
agrupar la información útil.
Con este trabajo se midió la acción de 1 588 proteínas del
sistema inmunológico que se relacionan con proteínas del SARS-CoV-2 en tres
células específicas: goblet (situadas en las fosas nasales), pneumocitos (en
los alvéolos pulmonares) y enterocitos (en el intestino). Así encontraron 75
dianas terapéuticas, es decir, 75 proteínas congruentes. Luego, con
inteligencia artificial, analizaron 10 672 fármacos aprobados para otras
enfermedades por la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos
(FDA). De estos, 49 fármacos mostraron potencial para contrarrestar los
síntomas más peligrosos del covid-19.
Para dosificarlos se necesita realizar ensayos clínicos. El
genetista César Paz y Miño dice que, por ejemplo, la hidroxicloroquina es
motivo de atención porque un estudio de una vía metabólica del virus hace
pensar que esta sustancia sirve para atenuar sus consecuencias.
El especialista recuerda que lo investigado en el
laboratorio que dirige es material publicable de uso abierto. La intención es
que la información llegue a organismos competentes, públicos y privados,
interesados en el diseño de fármacos contra el covid-19 a partir de otros ya
existentes. Estos tienen la ventaja de haber superado en el pasado ensayos
clínicos sobre su seguridad para el organismo humano.
Paz y Miño puntualiza que este es un estudio preclínico. El
siguiente paso es hacer un estudio estandarizado, doble ciego (en el que se
suministra el fármaco a algunos pacientes para establecer diferencias con
quienes no lo reciben). La idea es que los expertos corroboren la actividad y
efectividad que presentan en los análisis bioinformáticos. El experto en
genética lamenta que la investigación clínica sea muy pobre en Ecuador y llama
a convertirla en política de estado. Un paso posterior del estudio será
analizar varias proteínas del sistema inmunológico de pacientes ecuatorianos
afectados por covid-19, con el fin de encontrar por qué algunos de ellos
desarrollan cuadros clínicos más severos.
Thank you.
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