El jueves 12 de marzo de 2020 era el día siguiente, luego de que el Gobierno
Nacional declarara la emergencia sanitaria para enfrentar los contagios de
covid-19, una vez que la Organización Mundial de la Salud (OMS) la calificara
como pandemia global.
La noche del miércoles 11 de marzo de 2020, el presidente de la República,
Lenín Moreno, en cadena nacional, informó sobre siete medidas que Ecuador
tomaba y dispuso a la entonces ministra de Salud, Catalina Andramuño, la
ejecución de esas políticas para contener los casos.
"La OMS ha declarado el covid-19 pandemia global, en consecuencia, todos
los países, con casos confirmados o no, debemos tomar nuevas medidas
adicionales a las que ya adoptamos desde el inicio", dijo Moreno.
1. Nuevas medidas de prevención y control en los puntos de ingreso al Ecuador.
Todos los pasajeros que llegaran de países con mayor cantidad de casos
registrados debían mantener aislamiento domiciliario, por el tiempo que
recomiendan las autoridades sanitarias mundiales.
2. Mayores medidas de control y aplicación de restricciones para eventos
masivos y de concentración de gente, de acuerdo al riesgo, considerando el
territorio y el número de casos.
3. Fortalecer las medidas de bioseguridad al personal de salud.
4. Uso de plataformas tecnológicas en telemedicina, educación en línea y
teletrabajo para aquellos casos que lo ameriten.
5. Mantener la prohibición de salida del país de mascarillas, jabones y geles
desinfectantes.
6. Pedir a los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD) que adopten medidas
de prevención en el transporte público.
7. Cuidado especial a los adultos mayores, personas con discapacidad y con
enfermedades crónicas y catastróficas.
El Presidente pidió a la ciudadanía que cumpliera las normas que implicaba la
emergencia sanitaria, de lo contrario anunció sanciones. También hizo un
llamado a que las iglesias para que realizaran sus cultos por televisión,
Internet o por otros medios; a y los gerentes de las empresas les dijo que debían
entender que había personas vulnerables que podían trabajar en sus casas.
Para el 12 de marzo del año pasado, Ecuador registraba 19 casos positivos de
coronavirus en dos semanas, desde el 29 de febrero, cuando se confirmó
oficialmente el primer contagio positivo en el territorio nacional.
Era una paciente ecuatoriana, residente en España, quien había arribado 15 días
antes y se alojó con su familia en Babahoyo, provincia de Los Ríos. Pero el
caso se derivó a Guayaquil por su agravamiento y en el Hospital Alcívar se hizo
el diagnóstico. Solo dos casos, de los 19, estaban hospitalizados y el resto,
con sintomatología leve, se encontraba convaleciente en sus domicilios.
Al 12 de marzo de 2020, el Ministerio de Salud Pública (MSP) no registraba
fallecimientos por el covid-19, oficialmente. Pero el viernes 13 de marzo, a
las 15:00, la ministra Andramuño informó, en una rueda de prensa en Guayaquil,
que la paciente cero había muerto, sin dar mayores detalles de su deceso.
Ese mismo día, en la mañana, se instaló en Quito el Comité de Operaciones de
Emergencia (COE) nacional, al mando del entonces vicepresidente de la
República, Otto Sonnenholzner. Sería el encargado de entregar la información
oficial y tomar las medidas necesarias sobre la pandemia. Los contagios en esa
época estaban localizados en las provincias de Guayas, Los Ríos, Pichincha y
Sucumbíos. Un año después, el mapa de Ecuador está pintado en todas sus 24
provincias, con mayor o menor número de contagios. Pichincha y Guayas tienen
las mayores cifras.
Hasta el 11 de marzo del 2021, según los datos del MSP, se registran 299 216
casos confirmados con pruebas PCR y 250 099 pacientes recuperados (83,96%), que
son los que entraron al sistema de vigilancia con prueba PCR positiva, pasaron
29 días desde el inicio de síntomas y están vivos. Los fallecidos por covid-19,
entre confirmados y probables, suman 16 193 personas.
Pero las cifras del Registro Civil evidencian las muertes en exceso desde marzo
de 2020 hasta febrero de 2021: 44 117, se incluye a todas las causas. Es decir,
que la mortalidad inusual aún se mantiene en el país, como señaló un reportaje
de este Diario.
¿Las medidas fueron las adecuadas?
Javier Carrillo, vicepresidente del Colegio de Médicos del Guayas, señala que
la política de salud fue acertada cuando el Comité de Operaciones de Emergencia
(COE) nacional delegó el manejo de la aplicación de restricciones, movilidad
vehicular, control del transporte y otras medidas a los gobiernos locales. Pero
eso frente a “un modelo sanitario que era muy malo, centralista, con mucho
desabastecimiento de medicamentos, insumos de equipos, como para tratar la
pandemia”.
La emergencia sanitaria –dice- se encargó de evidenciar rápidamente que no
había el suficiente número de unidades de cuidados intensivos (UCI) ni abastecimiento
de oxígeno para áreas de emergencia ni capacidad de respuesta.
“Era un sistema de salud, con un desabastecimiento en todas sus líneas y que ya
se venía arrastrando de años anteriores por más propaganda que hacía el
gobierno anterior”.
Además, había una falta de visión preventiva epidemiológica, el MSP se equivocó
de extremo a extremo al no dimensionar la crisis que se venía.
Carrillo señala que los controles en los aeropuertos se hacían difíciles para
el MSP, por puertos y aeropuertos entró mucha gente contagiada y el “caso cero
no pudo ser el caso cero”. En los eventos masivos, como en un partido de
fútbol, pudieron haber ocurrido contagios, pero eso fue puntual, lo que más
falló fue hacer vigilancia efectiva en los ingresos al país.
Se refiere al juego de Barcelona contra Independiente del Valle, por Copa
Libertadores, en el Monumental de Guayaquil. Después de haberse anunciado la
restricción de eventos masivos en la ciudad, finalmente el partido fue
autorizado. El entonces gobernador del Guayas, Pedro Pablo Duart, publicó en su
cuenta de Twitter “¡El virus más peligroso es el miedo! Pero no nos vencerá. El
país debe continuar”. Y anunció que el cotejo había sido autorizado por los
ministerios del Interior y de Salud, en coordinación con la autoridad
provincial.
El sistema ya estaba 'famélico'
El 12 de marzo de 2020, Ecuador tenía 15 hospitales de referencia para atender
casos de covid-19 y ese día la ministra Andramuño anunció que se aumentaron
otros siete. Es decir, estaban habilitadas 22 casas de salud pública para
atender la pandemia hasta esa fecha.
Eso resultó insuficiente y la crisis sanitaria colapsó el sistema, como en el
caso de Guayaquil entre finales de marzo, abril e inicios de mayo, por el
aumento exponencial de contagios, sumados otros servicios como los funerarios.
El laboratorio del Instituto Nacional de Investigación en Salud Pública (Inspi)
en Guayaquil, hasta hace un año, era el único autorizado para realizar pruebas
de coronavirus y se dio el aval a la sede de Quito, el 12 de marzo de 2020.
Posteriormente se autorizó a laboratorios privados, del IESS, de la academia,
elaborar las pruebas. Un año después, el exministro de Salud, Francisco Andino,
haciendo una retrospectiva dice que “no fueron las medidas adecuadas, fueron
retrasadas y fue un desastre total”.
“Todo pasa por el nivel de certeza que no había en el mundo, menos en el
Ecuador. Todavía no se corrigen las aberraciones como la calidad y cantidad de
pruebas que hay y las que hacen los laboratorios, eso lo hacía antes el Instituto
Nacional de Higiene, pero lo aniquilaron. Esos son crímenes de salud: haber
roto la salud pública del país”.
Además, recuerda que el sistema pagó las consecuencias de medidas equivocadas
que se tomaron antes de la pandemia, como la eliminación del Servicio Nacional
de Erradicación de la Malaria (Snem), en el 2016. Eso afectó a las provincias
de la Costa porque se vieron más afectadas por lo que ahora se conoce como “
coronadengue, la doble morbilidad que impactó a la población y que causó muertes
en exceso. Y ahora estamos en una situación similar”.
“El sistema sanitario ya estaba famélico, en emergencia. No teníamos un
concepto claro de lo que queremos en el país y seguimos así porque es
estructural la crisis del modelo de salud; tenemos que pasar a un sistema
previsional que articule con toda la red del país”.
Andino también recuerda que este domingo 14 de marzo de 2021 cumplirá un año de
haberse contagiado con covid-19, luego de atender a un paciente de Babahoyo,
por una dolencia neurológica. No tenía síntomas respiratorios, pero como no
mejoraba le hicieron una radiografía y una tomografía. Posteriormente, una
prueba de laboratorio confirmó el diagnóstico: coronavirus. Días después la
clínica, donde lo atendió, terminó en cuarentena y 150 personas en cerco
epidemiológico.
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