El día de ayer, 9 de noviembre, pasado las 11 de la mañana, en el centro de la ciudad ocurrió un episodio que altero el orden normal de la ciudad.
Según el parte policial, dos policías detuvieron la marcha de un bus, de placas de Tungurahua, el mismo que habría recogido pasajeros en un lugar que no es permitido, por lo que se iba a proceder a realizar la citación correspondiente, en ese momento, todo se salió de control.
Según la versión escrita de la Policía al momento que escribía la citación, un ciudadano que estaba en el interior del vehículo, que cumplía las funciones de controlador, se bajó y con palabras soeces insultó al uniformado.
Al lugar llegaron más unidades, los mismos que colaboraron en la aprehensión del ciudadano, por supuestamente tratarse un delito flagrante. En ese momento, un ciudadano se acercó a los policías insultándoles y según versión de la policía les habría amenazado con agredirles físicamente.
Por tanto, también lo aprendieron por delito fragante, hay que recalcar, que el ciudadano se resistió al arresto y en ese momento trato de volver agredir al personal policial.
Finalmente luego de dar a conocer sus derechos constitucionales fueron traslados hasta el Hospital Básico Pelileo donde les evaluó el galeno de turno, para posterior ser trasladados hasta el Centro de Detención Provisional del Cantón Ambato, donde quedan ingresados.
Versión de la ciudadanía.
Según los pasajeros de la unidad, quienes fueron entrevistados por un medio de comunicación local, el señor controlador si habría bajado “apurar” al Policía Nacional al momento de la elaboración de la citación, pero en ningún momento habría faltado al respeto, versión que contrarresta con el parte.
También la esposa de uno de los detenidos, denunció públicamente un supuesto abuso y uso excesivo de la fuerza por parte de la policía, incluso dijo que los gendarme la habrían agredido físicamente, incluso ella teniendo un niño en brazo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario