Marco Vinicio F. nunca pensó que aceptar realizar una carrera desde Cuenca a Ambato se convertiría en la experiencia más anormal que había vivido en su vida.
Marco tiene un taxi en una cooperativa de la ciudad azuaya, ahí, un joven de 17 años, identificado como Alex Ismael C. le pidió que le llevará hasta Ambato, pero "se pasaron" y al llegar a la comunidad de Bautista Loma perteneciente a la parroquia Chiquicha el chico se bajó y salió corriendo a unos matorrales.
El señor taxista llamó a la policía y pidió ayuda a los comuneros, los mismo que comenzaron la búsqueda. Cuando lo localizaron los dirigentes decidieron retenerlo y amenazaron con hacerle justicia indigena.
Al lugar llegó la Policía Nacional y la Comisaría, después de varias horas en conversación, se llegó a un acuerdo con el cabildo para la liberación del joven.
Finalmente el padre del menor mediante una llamada se compremetió en pagar la deuda con Marco, y los gendarmes llevaron a Alex al Hospital para su valoración.
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