La Cuaresma es el tiempo de conversión que se refiere a los cuarenta días que Jesús ayunó en el desierto y esta acción es una invitación a que todas las personas caminen hacia la conversión y seguir los caminos del Señor mientras es tiempo, dio a conocer el padre Fausto Suárez, guardián de la parroquia Jesús del Gran Poder.
Cuando se emprenden caminos diferentes al señalado por Dios es importante volver, y los cristianos tienen la ventaja de conocer lo que es la voluntad del Todopoderoso, acotó.
Hay que tomar en cuenta las prácticas cuaresmales como es la oración, ayuno, limosna y sumarse a la intensión del Papa se sumarse a la oración por la paz y cese todo tipo de violencia y guerra, añadió el padre guardián.
La época de la Cuaresma es el espacio para la meditación y cambio de vida. No sólo hay que quedarse en los gestos o símbolos sino en la vivencia, indicó Bernardino Núñez, vicario general de la Diócesis de Ambato.
El mensaje a la colectividad es convertirse, cambiar algunas actitudes e ir siendo cada vez mejores, siendo defensores de la vida y la fe, defensores de los principios morales y cristianos y así se va a construir una sociedad más junta, humana y respetuosa, señaló el vicario.
Para la feligrés Alexandra Sierra, el inicio de la Cuaresma empieza con la colocación de la Santa Ceniza y tiene fe en Dios de que siempre seguirá protegiendo de la pandemia y la guerra y además se une en oración para que el Todopoderoso sensibilice los corazones de los gobernantes y busquen la paz y no el materialismo o el dinero, porque todo lo material condice a la guerra. (I)
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