La debilitada economía de la provincia buscaba recuperarse con el inicio de la denominada ‘nueva normalidad’, sin embargo, las empresas que se vieron obligadas a disminuir su producción y a cerrar por varios meses para cumplir con el confinamiento y las normativas impuestas para frenar el Covid-19 no logran recuperarse.
Actualidad
Gonzalo Callejas, presidente de la Cámara de Industrias de Tungurahua, dijo que la reactivación económica no cumple con las expectativas que los empresarios de la provincia tenían a mediados de año.
En septiembre de este año las ventas tuvieron un decremento de 25,66% con respecto a septiembre de 2019, es decir, el volumen de ventas redujo notablemente.
Los meses más críticos fueron abril, mayo y junio, según los datos, desde julio hasta agosto del 2020 la economía de la provincia creció apenas en un 6,7%.
Para Callejas es fundamental el apoyo gubernamental para que a manera de “salvavidas” no se cobre o se disminuya temporalmente la cobranza de varios impuestos, esto para hacer que las empresas puedan reestructurar sus negocios y así salir a flote junto con sus trabajadores y colaboradores.
Diego Mosquera, presidente de la Cámara de Comercio de Ambato (CCA), dijo que la actividad comercial del cantón no llega ni al 65%, así mismo, explicó que las pérdidas en lo que va del año superan los 800 millones de dólares.
“No ha habido reactivación económica, lo poco que hemos tenido es esfuerzo de los empresarios porque la ayuda por parte del Gobierno es nula”, aseguró Mosquera.
Empresas
Dennis Zúñiga, de la curtiduría Hermanos Zúñiga, dijo que la emergencia sanitaria le obligó a prescindir de personal, de los 10 colaboradores que tenía a inicios de año, actualmente solo cuatro continúan laborando en su empresa.
La situación actual también le obligó a cambiar de línea de producción, antes se dedicaba al sector escolar, mientras que, ahora su negocio se volcó a la línea industrial y también casual.
Para el empresario la situación continúa siendo crítica, ya que no se ha podido recuperar lo invertido a inicios de año.
Marcelo Bastida, propietario de un negocio en el centro de la ciudad, dijo que debido a la emergencia sanitaria tuvo que cambiarse de local a uno más pequeño, así mismo se vio obligado a despedir a sus dos ayudantes.
“Ahora el negocio lo atiendo yo solo porque hay meses en donde solo sale para el arriendo, no hay ganancias”, explicó el emprendedor, quien aseguró que los clientes en su local disminuyeron en un 60% aproximadamente. (RMC)
La hora
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